Nuevas olas, viejos sonidos: El Rol de las tecnologías “tradicionales” en la era AGENTIC
Autor: Diego Alonso | Head of SMART Automation
En el vertiginoso mundo de la tecnología, donde las tendencias se renuevan al ritmo de un clic, hay conceptos que emergen con tal fuerza que parecen convertirse en la nueva narrativa universal. AGENTIC es uno de esos términos. Suena fresco, poderoso, casi filosófico, y evoca un futuro protagonizado por sistemas autónomos, inteligentes y flexibles. Pero, mientras su auge resuena en conferencias, artículos y conversaciones de café, algo curioso ocurre: los conceptos como RPA , OCR o IDP comienzan a oler a naftalina, como discos de vinilo que ya no se escuchan ni en las reuniones de nostálgicos.
Hablemos del contraste. Imagínese una pequeña tienda de vinilos en el corazón de una ciudad. En sus estanterías polvorientas se encuentran clásicos, joyas ocultas y música que no figura en los tops de Spotify. Este es el santuario de los melómanos, los que buscan algo que va más allá de lo que dictan las listas comerciales. Ahora, llévese este paralelismo al ámbito tecnológico. Hablar de RPA o OCR hoy en día tiene un eco similar al de recomendar un LP de los 70: quizá haya sido revolucionario en su momento, pero el mainstream ya ha mirado hacia otros horizontes. Por el contrario, AGENTIC suena a ese artista emergente que todos quieren descubrir antes de que se vuelva demasiado conocido.
Sin embargo, este desprecio por las «viejas tecnologías» oculta una realidad clave. Las herramientas como BPM, RPA y OCR no son simplemente reliquias de un pasado glorioso; son los cimientos sobre los que se construyó mucho del mundo tecnológico que hoy disfrutamos. Son como esos vinilos que inspiran a los músicos actuales, esas bases de beats que se samplean para crear nuevos géneros. La automatización robótica y el reconocimiento óptico de caracteres allanaron el camino para que hoy hablemos de procesos inteligentes y sistemas cognitivos. Es imposible entender el presente sin reconocer sus aportaciones.
Pero ¿por qué entonces las Tecnologías Automatización primarias han adquirido este aire rancio? Quizá porque se han hecho tan cotidianas que hemos perdido de vista su impacto. Al igual que los vinilos, que durante años fueron la norma antes de que llegara el CD, el MP3 y el streaming, estas tecnologías pasaron de ser disruptivas a ser «simples» herramientas operativas. Y en un mundo que idolatra lo nuevo, lo cotidiano tiende a volverse invisible… pero siempre perduran.
AGENTIC, en cambio, tiene toda la energía del outsider que ha llegado a revolucionar la escena. Es la promesa de sistemas que no solo ejecutan tareas, sino que comprenden, deciden y se adaptan.. WoW!. Representa una evolución que se siente orgánica y natural, el próximo paso inevitable en la narrativa tecnológica. Pero también podría ser una burbuja más, otro término que, pasado su momento de gloria, acabe relegado a los anaqueles de las charlas TED que nadie revisita.
Entonces, ¿cuál es el verdadero aprendizaje aquí? Tal vez sea que, en tecnología como en la música, no se trata solo de seguir las tendencias. Hay valor en apreciar lo que ya existe, en redescubrir cómo esas herramientas que parecían obsoletas pueden encontrar nuevas aplicaciones. Al igual que los melómanos que vuelven a los vinilos por su autenticidad y calidad, quizá sea el momento de mirar de nuevo a RPA o IDP, no como tecnologías pasadas de moda, sino como piezas esenciales de un ecosistema en constante evolución.
AGENTIC sin duda es el futuro, pero el pasado aún tiene mucho que enseñarnos. Como en la música, lo realmente innovador ocurre cuando aprendemos a combinar lo mejor de ambos mundos.